«Pancho El Bravo, el Danzón y el Músico»

Por Didier Ferrand

Ni cosa del pasado, ni pieza de museo, ni baile anacrónico. El danzón sigue vigente gracias a los esfuerzos de nuestras típicas y charangas “Piquete Típico Cubano”, “Siglo XX”, “Jorrín”, “Rubalcaba”, “América”, “Estrellas Cubanas” por solo mencionar las de la capital. Nuestros jazzistas, en su mayoría andan por el camino abierto por Chucho Valdés y su Valle de Picadura, hace casi medio siglo y el empeño del joven flautista matancero Ethiel Faílde, descendiente del creador del danzón, Miguel Faílde.

No obstante sus esfuerzos se ven un poco aniquilados por el predominio de los clásicos (y muchas obras originales en el caso de los jazzistas). A excepción del Piquete y de Faílde Jr – quien acaba de publicar un CD con cuatro temas inéditos de Miguel – todos se conforman con versiones de Las Alturas de Simpson, Tres lindas cubanas, Almendra, Isora (su título original), Social Club Buenavista, Osiris, Angoa y El Niche. Nunca se toca el maravilloso Silver Moon de Reyna, ni el preferido de Arcaño, La Cayuga, de Orestes López.

UN DANZON POR (RE)DESCUBRIR

Aun quedan por descubrir una infinidad de obras menos recordadas, sino totalmente olvidadas. Entre ellas queremos darle especial enfoque a un tema del compositor Pedrito Ramos titulada “Pancho el Bravo”.

Grabación comercial. Cortesía del Autor

Esta pieza es el crimen perfecto que nos mata a todos los amantes del danzón. El ataque, el puente, la parte de violín (o cantada en su variante de danzón-chá), los solos, todo fluye y se encadena en un derroche de sabrosura, cada segmento con su atractivo.

Pensamos que este temazo haya tenido una buena acogida en los medios radiales a mediados de los cincuenta. A pesar de eso, solo le conocemos un registro comercial, el de Neno González para el sello Kubaney[1], casa discográfica de recién creación (1955 según Cristóbal Díaz Ayala). Un disco, cuya rareza quizás se le atribuya al hecho de que Neno no registrara otros temas con la susodicha disquera y esta no le diera la promoción adecuada a su sencillo. De hecho, en aquel entonces la Kubaney ya se perfilaba con un catálogo menos popular y más selecto con Esther Borja, los danzones académicos de Cheo Belén Puig y la Orquesta Almendra, y la poesía de Luis Carbonell…


Pedrito Ramos era matancero, primer violín de Neno en el tiempo de los hechos y más tarde sería director y flautista de su propia Orquesta: Las Maravillas de Pedrito Ramos, con un puñado de discos en 45 RPM diseminados en varias disqueras. También se destaca como compositor con otros temas:  El ritmo de moda (Neno), Caumbia (Sensación), No tiene importancia (Novedades) si de charangas se trata.

Placa Radial. Cortesía del Autor

Encontrar un disco desconocido e insospechado de uno de sus artistas preferidos es una de las máximas emociones que puede conocer un coleccionista. Y cuando es inédito ¡Mucho mejor! Así le tocó a este redactor con un «acetato» de Arcaño y sus Maravillas con el bolero-mambo Perversidad, de Mario de Jesús, y el danzón Pancho El Bravo. La placa tiene fecha del 22 de agosto del 1955.

En aquella época las Maravillas no estaban comercialmente en su mejor momento pero la calidad musical seguía de alto nivel. De hecho encontramos una serie de 45 RPM de muy buena factura dispersos entre varias disqueras como Panart (años 1953-54), Puchito, Verne, Gema (con el hit Chanchullo) y Corona. Con la última estrena el danzón Jóvenes pequeños, de José Antonio Díaz.

A pesar del deterioro del acetato radial, sobre todo al inicio y al final de los 4 minutos 25 segundos (es una placa de 30 centímetros en 78 RPM), sometemos a su consideración el danzón Pancho el Bravo. De los músicos no sabemos nada, sólo que tocaba un buen pianista y cantaba un trío vocal llamado Los Paisanos, un misterio total para nosotros.

UN FLAUTISTA PARA RECORDAR

Ahora bien, a los aficionados charangueros les suena bastante familiar este título de Pancho el Bravo y es que nos remite a un fantástico flautista que, si no se quedó totalmente en el olvido, no se sitúa en el lugar de la notoriedad que se merece. Nos referimos a Alberto Cruz Torres (Quiebra Hacha, 7/08/1928-La Habana 19/12/2009).

Pancho El Bravo. Foto tomada por Didier Ferrand. Año 2000

Cuando lo conocimos casi al final de su vida vivía en un destartalado cuartico de la calle Valle, Centro Habana, frente a la casa de Néstor Milí (El yerbero moderno) y al lado de los Dedéu (Clave y Guaguancó). Un día nos prometió entregarnos su autobiografía y, por varios años, fue una pregunta ritual cuando nos veíamos de cómo andaba eso. Hasta que finalmente, en marzo del 2005, se nos apareció con los papeles en la mano.

Antes de dejarle la palabra, hagamos un resumen de los antecedentes: a mediados de los cincuenta Neno González se encontraba sin flautista. El primo de Arcaño, José Antonio Díaz, le había obsequiado una flauta al jóven Alberto Cruz y conseguido que ocupara el puesto vacante. Pero el día de su debut con Neno (¡en un programa de Radio Cadena Habana en vivo!), éste empieza a darse unos tragos en casa de su primo Laudelino Lareynaga en Marianao y se le va el tiempo… Dice Alberto Cruz:

« Aquí es donde comienza la triunfal carrera de Alberto Cruz Torres.

(…) Sobre los 15 minutos interminables llegó la guagua. La cogimos para coger otra en la avenida Infanta y San Lázaro y los minutos caminando. En trayecto le digo a Lalo « Chico, no voy a la trasmisión pues voy a llegar tarde ». El me dice « Aunque llegues tarde debes ir y pedir disculpas al señor Neno González. »

Al fin aparece la guagua que es la que nos dejaba en la calle San José, frente al Capitolio. Si mal no recuerdo era la ruta 22. Llegamos frente a la emisora, atravesamos la calle y entramos en la estación, subo al escenario ( …). Con una rapidez extraordinaria armé la flauta que la tenía metida en una funda de lana afina y cuando llegué al atril quité el papel que estaba porque resultó que al Neno (por) mi demora ya había llamado a Juanito Ramos, el flautista de la Orquesta América[2] (para que) realizara la trasmisión. Detrás del papel que había separado estaba el danzón Pancho el Bravo. El locutor es un tal Rodrigo Rossie y después de anunciarlo arranca la orquesta. Aquel público empieza a gritar « Que toque Juanito, que toque Juanito ». En el trancurso de la pieza callaron todos para oir mi manera de ejecutar la flauta, de decir con apasionado sentimiento y cuando se terminó los aplausos estremecieron el local y Neno da la señal de repetición a mi y a la batería y se repite de nuevo por segunda vez el solo de flauta. Siguen lloviendo los aplausos y es cuando el locutor Rodrigo Rossie les dice a los asistentes, claro después de terminada la pieza « Aquí tienen a este personaje que llega modestamente (???) esta magistral interpretación en el solo de flauta del compositor Pedrito Ramos. Es un incógnito pues bien, desde este momento lo vamos a bautizar Pancho el Bravo».

En una entrevista concedida a Silvina Testa, vecina de él en los años 1990, Pancho precisa la fecha : « Eso fue en el año 1955 aproximadamente en el mes de septiembre, yo estuve 4 años con Neno ». En 1959 sale de la orquesta de Neno y forma su charanga, Pancho el Bravo y sus Candelas del Tira Tira.

Tarjeta Promocional de su Orquesta

Aunque, por su imprecisión, resultaría azaroso sacar conclusiones recordemos los datos que hemos podido reunir:

  • La placa de Arcaño tiene fecha 22 de agosto del 1955,
  • El estreno del danzón Pancho el Bravo en la radio se realizó en septiembre del 1955, según recuerda Alberto Cruz.
  • El sello Kubaney se fundó en 1955 y el 45 RPM de Neno González tiene número de catálogo 110.

Hasta donde sabemos, Pancho el Bravo nunca mas volvió a grabar el danzón que le dio la fama con su propia orquesta y nos queda una interrogante: ¿Quién fue el verdadero Pancho el Bravo, El que inspiró este maravilloso danzón a Pedrito Ramos?

NOTAS

[1] 45 RPM Kubaney MT-110, con la etiqueta Danzón-chá.

[2] El 11 de noviembre de 1954 la orquesta América sale para México. En el momento de los hechos Juanito Ramos ya había regresado con la mayoría de los músicos para formar la América del 55 (ver al final del texto las probables fechas). El investigador Esmérido Delis nos confirmó que Pedrito Ramos y Juanito Ramos no eran familia.

FUENTES

  1. Colección personal del autor (discos y fotos).
  2. Cristóbal Díaz Ayala: e-mail con el autor, marzo del 2005.
  3. Alberto Cruz (Pancho el Bravo): autobiografía manuscrita, marzo del 2005.
  4. Silvina Testa: casete con una entrevista a Alberto Cruz realizada en 1999.
  5. Tommy Meini: el nombre de la planta de radio en Charangas, pachangas y danzones en https://gladyspalmera.com/coleccion/disco/16790/
  6. Esmérido Delis: comunicación sobre el supuesto parentesco de los Ramos.

Publicado por Daisy Hernández

Aficionada a la música cubana y los misterios de su discografía.

2 comentarios sobre “«Pancho El Bravo, el Danzón y el Músico»

  1. La negrita de allá, del otro lado, la que esta donde todo comenzó, no deja de sorprendernos con sus maravillosos textos y más aún, con los valiosos aportes musicales que han impresionado a toda la comunidad de coleccionistas y melómanos del mundo entero.

    Hoy, de la mano de otro gran gestor de la música cubana Didier Ferrand, nos traen este ilustrador artículo en el que la pieza central parecieran ser los dos danzones presentados, pero dando una relevancia a los actores de toda una época en la isla de los mil ritmos, en realidad se adentran en un periodo musical, enmarcando toda la historia, al gratamente recordado Pancho el Bravo, un genio en la ejecución de la flauta francesa de cinco llaves y una institución para todo aquel que decide estudiar la charanga, el danzón y la flauta.

    Estamos ansiosos de ver el siguiente artículo de la dupla de oro, la jabá y el francés, o la negrita y Didier, como usted prefiera llamarlos. Nadie puede perderse este genial artículo que solo la dupla podía traernos. Felicidades por un trabajo bien hecho.

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