«La arlesiana de la música cubana»

por Didier Ferrand

Existe en francés una expresión para designar a una persona de la que todo el mundo habla pero que nunca aparece : l’Arlésienne. Podemos decir que en la música cubana el rol de la Arlesiana lo desempeña el danzonete [1].

Todos los musicólogos mencionan la invención de Aniceto Díaz como el suceso de mayor relevancia a fines de los años 1920. Enfatizan sobre un ritmo de éxito «rotundo pero efímero». Pero, a pesar de tan abrumador éxito, que normalmente debería resultar en miles y miles de copias, el disco que recoge la versión «original» de Rompiendo la rutina, prototipo del género, ni se ve físicamente, ni lo hemos encontrado en plataformas de venta, tampoco en plataformas de audio y mucho menos en reediciones en vinilo o CD.

Entre las principales fuentes de información acerca del tema, sean las notas del disco Festival del danzón (Musart, 1954), el capítulo dedicado al danzonete en El danzón, iconografía, creadores e intérpretes (1967), ambos de Odilio Urfé, el fascículo El danzonete, su autor y sus intérpretes… de Ezequiel Rodríguez (1979) o la discografía de Cristóbal Díaz Ayala, ninguno ofrecen evidencia de que los autores hayan tenido acceso al sonido real de la obra.

En 2017 José Reyes Fortún firma el libro Un siglo de discografía cubana. Este investigador sí confirma haberlo oído, aunque de parte de un musicólogo tan renombrado podíamos esperar un análisis más profundo. Muy lacónicamente dice: “En la grabación que escuchamos (…) pudimos apreciar que el trabajo vocal de Aguiló y Garay se acerca a una franca expresión lírica”.

Este trabajo vocal es el que vamos a presentar ahora pero señalemos que no es cierto que Aguiló y Garay fueron los cantantes en esta sesión. De hecho, el primero es dado por el propio Aniceto Díaz como el intérprete el día del estreno, el 29 de junio de 1929 en Matanzas. Pero los discos Brunswick no mencionan a los cantantes y vemos una gran inestabilidad en esta parte. Con frecuencia Díaz utiliza como músicos al timbalero Domingo Becerra, el güirista Ángel Baraní o el trombonista José Claro Fumero (Bemba colorá, se acuerdan?). Por lo que Díaz Ayala se conforma con un prudente y anónimo “dúo” en este caso preciso, lo que nos parece más razonable.

Un vistazo a las primeras versiones

Hablando de Díaz Ayala, si examinamos su discografía las primeras versiones de Rompiendo… serían:

1) Vicente Sigler, 78 RPM Victor 46405 grabado en Nueva York el 24 de julio de 1929 con el dúo vocal Siro Rodríguez y Miguel Matamoros

2) Nilo Menéndez, 78 RPM Columbia 3709 grabado en Nueva York en agosto de 1929 con un dúo vocal indeterminado

3) Aniceto Díaz, 78 RPM Brunswick 40811 grabado en Cuba en septiembre de 1929 con un dúo vocal indeterminado

Consideramos a Díaz Ayala como una fuente confiable. Con esta base varios datos nos llaman la atención.

La primera versión grabada no se atribuye a su conceptor sino a Sigler, un Cubano radicado en EEUU. De casualidad se encontraba ahí el Trío Matamoros y asumieron la parte vocal. Apenas transcurrió un mes entre el estreno en Matanzas y esta sesión en Nueva York. A continuación el audio correspondiente:

El matancero Nilo Menéndez, autor en este mismo año 1929 de Aquellos ojos verdes, le sigue el paso para la segunda versión, también en la Gran Manzana. Sin entrar en detalles esta versión se caracteriza por el uso de las claves y la eliminación del segundo puente.

Esta meteórica difusión tomó por sorpresa a Aniceto aunque se esforzó en firmar con la Brunswick y grabar inmediatamente en La Habana. Así que este registro que calificamos de “original” (con comillas) no fue el primero.

Otro motivo de asombro es el respaldo de Rompiendo… en el disco de Sigler: Mi último canto, otro danzonete… firmado por el cantante Fernando Collazo. Lo que implica que no solamente se versionó la composición de Díaz; también los compositores y arreglistas asimilaron los requisitos de la nueva modalidad.

En todos los casos la parte vocal la asume un dúo. No exactamente una novedad pues ya en los tiempos de Faílde, a finales del siglo XIX y principios del XX las típicas agregaban estribillos vocales a los danzones en los bailes, pero nunca los grababan. La exclusión de la regla nos viene con La mora por Pablo Valenzuela en 1919 (otro dato que pescamos en la Discografía Díaz Ayala). ¿Entonces el danzonete sería un género instrumental-vocal con la parte cantada siempre a dúo? No es tan cierto pero escuchemos esta versión “original”.

Si comparamos estas dos versiones notamos unas pocas diferencias. La de Díaz es más lenta y si “le gana terreno” a Sigler es porque no repite la parte central, vocalizada para el primero, instrumental y vocal para el segundo. Al salir de esta parte Díaz se da el lujo, a los 2 mn y 5 segundos, de un segundo puente (posible variante gestada en los dos meses que transcurrieron) cuando Sigler se conforma con repetir el primero igualito.

La cuestión de los cantantes

Para volver al tema de la parte vocal diremos que a primera vista la fórmula del dúo tenía la preferencia de Díaz. Quizás por una limitación técnica, al no tener a un cantante profesional en su orquesta, a la usanza de las orquestas de viento de la época (su conjunto era una pequeña orquesta de viento con flauta y piano). Preferencia pero no exclusividad pues entre los seis danzonetes que escuchamos, de ocho que grabó, solamente en El trigémino pudimos apreciar la voz de un solista.

Difusión, evolución del danzonete y versiones posteriores de Rompiendo la rutina

Si Aniceto Díaz sólo graba ocho títulos entre los años 1929 y 1930, repartidos en cuatro discos, la nueva modalidad llega rápidamente a Nueva York y La Habana. En esta ciudad se riega entre todas las charangas pero en ninguna se da el caso de un dúo vocal y tampoco se mantiene la estructura original. Al respecto apunta Ezequiel Rodríguez que: “… los directores de orquesta (…) formaron un repertorio con las melodías en boga, usando un simple acompañamiento orquestal en la mayoría de los casos y sin la morfología del danzonete.”

Las tres versiones del verano 1929 fueron la flor de un día. Hasta donde sepamos hubo que esperar unos 25 años para volver a oír este tema emblemático en el 33 RPM de 10 pulgadas Festival del danzón, con la Orquesta Folklórica bajo la dirección y con notas del padre de la danzonología, Odilio Urfé. Para esta pista Urfé utiliza una fórmula de charanga con trompeta pero muy curiosamente (si consideramos los fines pedagógicos del disco) no recurre al dúo original. Todo el contrario, ¡el anónimo y único cantante se encarga él solo de las funciones de guía y coro!

De ahí en adelante las versiones que conocemos siguen el patrón de cantante solista / coro y, ya desaparecidas las orquestas de viento, todas pertenecen a la esfera de la charanga más algunas modernas (Los Van Van) o jazzísticas (Alejandro Falcón, Néstor del Prado…).

El propósito de este trabajo era que se viera (aunque malamente) y se oyera (con un intento de restaurar una copia de avanzado deterioro) la Arlesiana de la música cubana, Rompiendo la rutina. Esperamos que los lectores y oyentes lo disfrutan.

FUENTES

Notas del Disco de 10 pulgadas Festival del danzón (Musart, 1954), por Odilio Urfé

El danzón, iconografía, creadores e intérpretes, Sub-Dirección Provincial de Música de La Habana, 1967, capítulo sobre el danzonete de Odilio Urfé

El danzonete, su autor y sus intérpretes. Cincuentenario de su creación (1929 – 1979) de Ezequiel Rodríguez, Ministerio de Cultura, Dirección de Patrimonio Cultural, Museo de la Música, Ciudad de La Habana, Cuba, 1979

Discografía de la música cubana, vol. 2, de 1925 a 1960, Cristóbal Díaz Ayala (https://latinpop.fiu.edu/discography.html)

Un siglo de discografía cubana, José Reyes Fortún, Ediciones Museo de la Música, Ciudad de La Habana, Cuba, 2017

Discografía

Discoteca particular:

  • 78 RPM Victor 46405, Vicente Sigler, “Rompiendo la rutina / Mi último canto”
  • 78 RPM Brunswick 40811, Aniceto Díaz, “El trigémino / Rompiendo la rutina”
  • 78 RPM Victor 30020, Aniceto Díaz, “Ahora sí me siento feliz / El novio de Noemí”

Otros:

  • Audio cortesía de René Espí de Rompiendo la rutina por Nilo Menéndez, 78 RPM Columbia 3709
  • Canal Frontera Collection de Youtube, Brunswick 41356, Aniceto Díaz, “No Te Dejes Raptar / Bienvenido”

[1] Hemos tratado del danzonete en una publicación anterior, El danzonete… rompiendo los mitos. El presente trabajo focaliza sobre la presencia –o la no-presencia- de Rompiendo la rutina en el universo real y virtual por una parte y las desviaciones que experimentó la obra sobre todo en el aspecto vocal.

Publicado por Daisy Hernández

Aficionada a la música cubana y los misterios de su discografía.

Un comentario en “«La arlesiana de la música cubana»

  1. La dupla de oro, la cubana y el francés, rompen no solo la rutina, sino el mito que por muchos años se ha mantenido en boca de todos los amantes y estudiosos de la música cubana.

    La dedicación de Didier en escarbar y escudriñar las fuentes y grabaciones originales han aportado nuevas fuentes de argumentación y han mostrado aspectos que otros especialistas en el tema han descartado por completo.

    Me gusta

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar